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Drag queen reina del espectáculo ahora soldado
Drag queen, reina del espectáculo, ahora soldado. Arthur Ozerov, ucraniano de 32 años que vive en Kiev, es un ecologista y conservacionista de bosques (y apicultor) que enseña química y biología en la universidad.
Pero por la noche Arthur era AuRa, una drag queen que bailaba en el escenario de las discotecas Lift y Portum de Kiev.
Se ponía una peluca y un vestido e iba a los clubes para entretener a todo el mundo, recuerda Arthur. Así era su vida antes de la guerra en Ucrania.
De momento, él está sufriendo las consecuencias de la invasión rusa. Dice que podía oír las bombas que caían sobre la ciudad y cada día contaba los muertos. Siente el miedo que sufren cada día millones de ucranianos.
Por eso esta drag queen decidió alistarse en el ejército para luchar contra Rusia. Ahora lleva un uniforme militar porque tiene que ayudar a su país.
Inevitablemente, está conectado a la memoria de una ciudad que ha cambiado tanto. Dice que eligió el nombre «Au» del oro (Aurum) y del dios egipcio del sol (Ra), para él se traduce a «increíblemente brillante y muy fuerte».
AuRa es una imagen creada para inspirar cambios en los demás», explicó, y ha traído alegría a mi vida. Fue un momento en el que me puse en sintonía con mí ser interior y encontré un propósito. El travestismo no es un fetiche ni una perversión, sino un tipo de arte. La vida antes de Aura no era tan emocional como ahora.
En las filas del ejército esta Drag queen reina del espectáculo
Artur es uno de las decenas de miembros de la comunidad LGTBI ucraniana que decidieron ir a la guerra. Dicen que no son diferentes de otros ucranianos.
En este sentido, uno de los empleados del Centro Nash-Svit de Kiev afirma: «Pertenecemos al ejército y trabajamos en nuestros puestos voluntariamente», defendiendo los derechos de un colectivo que sigue sufriendo los rigores de la sociedad conservadora.
La guerra les ha dado una visibilidad que no tenían antes del conflicto. Las autoridades ucranianas destacaron la implicación de la comunidad en sus redes sociales y celebraron la resolución.
Incluso se formó una asociación de soldados LGTBI para promover el reclutamiento. Sin embargo, en las trincheras ucranianas no hay unidades formadas exclusivamente por miembros de la comunidad LGBTI.
Viktor Pilipenko, presidente de la Asociación de Soldados LGTBI, admite que «al principio lo intentamos, pero al final decidimos integrarlos en las unidades existentes».
«Hay un logotipo de unicornio que indica a los soldados que son LGTBI, pero es únicamente un adorno que no se puede llevar fuera de la zona de combate. Las Fuerzas Armadas ucranianas tienen decenas de emblemas de este tipo, que se pueden llevar con el signo oficial de un determinado ejército», dijo el activista.
Poco después de la guerra, Arthur decidió convertirse en fabricante de ataúdes.
«Durante los primeros diez días de la invasión, no sabía qué hacer. No tenía ganas de hacer nada en casa ni en la ciudad. Pero me cansé de no hacer nada. De repente, mientras estaba en el trabajo, alguien me propuso trabajar con el ejército, e inmediatamente acepté.
Empecé a hacer ataúdes para los soldados y civiles que murieron en los combates de Kiev. Cuando aprendí a hacer ataúdes, me asusté al principio, pero poco a poco me di cuenta de que tenía que hacerlo. Y a medida que pasan los días, cuantos más pedidos recibes, más te olvidas de que estás haciendo ataúdes y solamente los ves como cajas, explica. Al final, te acostumbras a hacerlas.
De las urnas, consiguió un trabajo en un aserradero. Y ahora fabrica «materiales para construir refugios y búnkeres militares». También ayuda a «conseguir leña para la calefacción y la cocina» y a «fabricar ruedas para los vehículos de transporte».
Todavía hay que luchar mucho. Arthur es consciente de que la comunidad LGTBI, «una gran familia a la que estoy orgulloso de pertenecer», sigue teniendo dificultades en Ucrania. Es necesario lograr el reconocimiento normal y cultural de la comunidad LGBTI por parte de todos los ciudadanos y legalizar las parejas del mismo sexo y el matrimonio.
También tenemos que prohibir por ley el acoso y otros tipos de abuso e intimidación contra las personas LGBTI, dijo ser una persona decidida a resistir. «He vivido en Kiev toda mi vida. Y todavía no quiero volver».
«Ucrania ganará la guerra, no hay duda de ello».
Hombre Más Sucio del Mundo Amou Haji, indigente iraní, ha fallecido recientemente a los 94 años. Este hombre vivió toda la vida en la calle rodeado de basura, animales en descomposición y elementos insalubres.
Se fumaba varios cigarrillos a la vez, o también fumaba excrementos en una especie de pipa casera, además comía restos de animales atropellados. El Aseguraba que su comida favorita era el puercoespín podrido y no consumía ningún tipo de alimento fresco. Bebía de una lata de aceite oxidada y recogía agua sucia de un charco cercano.
¿Pero cuál era su secreto?
Para vivir tanto tiempo, porque, por ejemplo, la expectativa de vida masculina en Irán tiene una media de 77 años de edad y él sobrepasó esta cifra por mucho. Puede que sea simplemente suerte o unos buenos genes. Aunque él decía que tenía un sistema inmunológico reforzado a base de dificultades. Amou Haji pasó 63 años bañarse.
El modo de vida de Haji le valió incluso los derechos para producir el documental antes mencionado, The Bizarre Life of Amo Haji (La extraña vida de Amo Haji). Pese a que aún no se conoce la causa de su muerte, son muchos los que le dan la razón póstuma a su teoría de que bañarse podría ser perjudicial para la salud.
Al Hombre Más Sucio del Mundo, le realizaron varios análisis médicos
Hace 8 años, cuando llevaba ya casi sesenta años sucio, le hicieron todo tipo de análisis médicos en la Escuela de Salud Pública de Teherán. El resultado fue un completo negativo. Haji no solo era un anciano perfectamente sano, libre de enfermedades venéreas, hepatitis y fiebre, a pesar de vivir en la calle, rodeado de basura y sin ningún sentido de la higiene. ni ningún tipo de infección parasitaria.
Haji era querido y estimado por los lugareños, sin embargo, los vecinos le construyeron una pequeña choza y finalmente le convencieron para que se bañara en su vejez.
Fue entonces que culminó con su récord de 63 años sin bañarse, esto ocurrió un par de meses antes de su muerte. Todavía se desconocen las causas de su muerte, pero algunos sostienen que esa capa de suciedad le protegía de las infecciones y que, sin ella, no han tardado nada en enfermar.
El caso de Haji es especialmente interesante por haber contado con una salud Inexplicable, y es muy posible que su país le realice estudios para investigar sobre la ausencia prolongada de higiene y si esta puede reforzar el sistema inmunológico más de lo que conocemos.
El Hombre Más Sucio del Mundo, 63 años sin bañarse
Capturado Extraño Tiburón en Australia
